How the Theology of the Faithful Steward Shapes Our Ministry
January 27, 2021Bigger than Gifts and Buildings
March 31, 2021From Lacking Biblical Teaching to Learning about Generosity: Iglesia Evangélica Peruana Santiago, Wycliffe Global Alliance, and GTP
In my experience as a Quechua pastor, I have observed that pastors and elders of churches generally teach their congregation that generosity is optional. That is, if someone has an abundance of resources, they can be generous. But if they have little, then it is fine not to give.
Some pastors teach about generosity as something conditional: God will give back to us in the same measure we tithe and give offerings. This misrepresentation of Old Testament teaching often leads people to prosperity gospel, which gives to get. Others are confused about generosity. They know that Jesus no longer teaches about tithing in the New Testament but they remain confused.
I think that a lot of this difficulty stems from the fact that Quechua churches and ministers have little or no biblical teaching on giving. Quechua ministers haven’t had the opportunity to receive formal education that could help them understand the why and how of Christian generosity. Because of this, churches do not grow and reach spiritual maturity.
I myself started teaching about this topic before participating in trainings and workshops on biblical generosity. I have explained that giving our first and best to God was a practice of the patriarchs. Then, I share how the law of Moses has three tithes to teach us to give back to God, to give for festivals to establish community with our brothers and sisters, and to care for the poor and needy among us.
Participating in three generosity webinars facilitated by Nydia Garcia Schmidt, who serves as GTP Regional Facilitator for Latin America and as Americas Director for Wycliffe Global Alliance, greatly enriched my teaching. The materials I received deepened my biblical understanding and resourced me to better serve the Quechua people. We sow what we have to show God’s love.
Through biblically integrated teaching and training, church ministers gain a clear concept of generosity in community: giving the best of what they have based on their resources, regardless on the amount of income, goods, livestock, or product. Through our giving of what we have, we create a community that honors God, cares for each other, and ministers to the needy people among us.
When church ministers receive teaching, they learn about the joy of giving generously. It surprises them that the biblical foundations of giving have gone unnoticed in their communities for so long. It is like giving water to dry and thirsty plants. It has awakened them and opened their eyes and hearts. Pastors have repented for misunderstanding what the Bible says about generosity, promising to put into practice what they have learned by teaching it to their churches.
However, it is difficult to change dogma they have believed and traditions they have practiced for decades. That is why I want to continue sharing what I have learned with more pastors and churches to help change their understanding of biblical generosity. When I share stories of community transformation, it often gets their attention. Our generosity—how we live, give, serve, and love as conduits of spiritual and material blessings—becomes our witness to the world.
While the COVID-19 pandemic has prevented us from implementing some activities we have planned to spread the teaching to other churches and ministers, the teaching and materials I received are powerful tools I can continuously share with people I know. I pray that it would help them change their minds and empower them to start practicing Christian generosity following biblical principles. The transformation the generosity of Quechua churches generosity both challenges me and gives me hope.
Pause to pray for the Pastor Eusebio and his ministry to the Quechua people in Peru. Also lift up to God the pastors and church workers around the world who are learning, unlearning, and relearning the theology and practice of Christian generosity. ¡Contigo!
De la Falta de Enseñanza Bíblica a Aprender sobre la Generosidad: Iglesia Evangélica Peruana Santiago, Wycliffe Global Alliance y GTP
En mi experiencia como pastor Quechua, he observado que los pastores y los ancianos de las iglesias en general, enseñan a su congregación que la generosidad es opcional. Es decir, si alguien tiene abundancia de recursos, entonces ellos pueden ser generosos. Pero si ellos tienen poco, entonces está bien no actuar con generosidad.
Algunos pastores enseñan sobre la generosidad como algo condicional: Dios nos bendecirá en la misma medida de nuestros diezmos y ofrendas. Esta tergiversación de las enseñanzas del Antiguo Testamento a menudo lleva a las personas hacia el evangelio de la prosperidad, que se fundamenta en el dar para recibir. Otros están confundidos sobre la verdadera generosidad. Ellos saben que Jesús ya no enseña sobre el diezmo en el Nuevo Testamento, pero siguen confundidos.
Creo que una gran parte de esta dificultad se deriva del hecho de que las iglesias Quechuas y sus pastores tienen poca o ninguna enseñanza bíblica sobre la generosidad. Los pastores Quechuas no han tenido la oportunidad de recibir una educación formal que les ayude a comprender el por qué y el cómo de la generosidad cristiana. Debido a esto, las iglesias no crecen ni alcanzan la madurez espiritual.
Yo mismo comencé a enseñar sobre este tema antes de participar en capacitaciones y talleres sobre generosidad bíblica. Les he explicado que dar lo primero y lo mejor a Dios era una práctica de los patriarcas. Luego les cuento cómo la ley de Moisés tiene tres diezmos para enseñarnos a mostrar agradecimiento y generosidad a Dios: dar para las fiestas, para establecer las relaciones en comunidad con nuestros hermanos y hermanas, y para cuidar a los pobres y necesitados entre nosotros.
Participar en los tres webinars de generosidad facilitados por Nydia García Schmidt, quien sirve como Facilitadora Regional de GTP para América Latina y como Directora para las Américas de Wycliffe Global Alliance, enriqueció enormemente mi enseñanza. Los materiales que recibí profundizaron mi comprensión bíblica y me dotaron de recursos para servir mejor a los Quechuas. Sembramos lo que tenemos para mostrar el amor de Dios.
A través de la integración de la Biblia con la enseñanza y el entrenamiento, los pastores de las iglesias adquieren un concepto claro de la generosidad en comunidad: dar lo mejor de lo que tienen en función de sus recursos, independientemente de la cantidad de ingresos, bienes, ganado, o producto que se tiene. Al dar lo que tenemos, creamos una comunidad que honra a Dios, que se preocupa por los demás y que ministra a las personas necesitadas entre nosotros.
Cuando los ministros de la iglesia reciben enseñanza, aprenden sobre el gozo de dar generosamente. Les sorprende que los fundamentos bíblicos de la generosidad hayan pasado desapercibidos en sus comunidades durante tanto tiempo. Es como dar agua a plantas secas y sedientas. Los ha despertado y les ha abierto sus ojos y sus corazones. Los pastores se han arrepentido por su malinterpretación de lo que dice la Biblia sobre la generosidad, prometiendo poner en práctica lo que han aprendido y enseñándolo a sus iglesias.
Sin embargo, es difícil cambiar los dogmas que han creído y las tradiciones que han practicado durante décadas. Por eso, quiero seguir compartiendo lo que he aprendido con más pastores e iglesias para ayudar a cambiar su comprensión de la generosidad bíblica. Cuando comparto historias de transformación comunitaria, a menudo les llama la atención. Nuestra generosidad, cómo vivimos, cómo practicamos la generosidad, cómo servimos y cómo demostramos el amor de Dios como conductos de bendición espiritual y material, se convierte en nuestro testimonio ante el mundo.
Si bien la pandemia COVID-19 nos ha impedido implementar algunas de las actividades que hemos planeado para difundir la enseñanza a otras iglesias y líderes, la enseñanza y los materiales que recibí son herramientas poderosas que puedo compartir continuamente con las personas que conozco. Oro para que les ayude a cambiar de opinión y les dé el poder para comenzar a practicar la generosidad cristiana siguiendo los principios bíblicos. La transformación de la generosidad de las iglesias Quechuas me desafía y me da esperanza.